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PINKCOURTESYPHONE
»Please Pick Up«
IO SOUND. 2013
»A Ravishment Of Mirror«
DRAGON’S EYE. 2014
“Drifting in outerspace, the solar phone is ringing, static transmissions from afar… Please Pick Up…”. La miseria del lujo filtrada a través de un eco distante. “Pinkcourtesyphone strives to be both elegant and detached. Pinkcourtesyphone remained dormant for a long time”. El letargo que durante años mantuvo a este otro lado de la elegancia distante alejada del radar sensorial se ha visto compensada con una actividad incesante en los últimos dos años, actividad que en parte ya hemos cubierto en este sitio. Y, como el movimiento no cesa, de nuevo nos encontramos revisitando el aura misteriosa del sonido rosa. El proyecto alterno de Richard Chartier regresa esta temporada con una nueva y abismante obra llena de texturas y ruido ambiental oscuro, que además es parte de la esperada reactivación de Dragon’s Eye, la editorial de Yann Novak que nos entrega obras de minimalismo y electricidad delgada. Sin embargo, previo a sumergirse en las densas aguas de este nuevo trabajo, aún quedan restos provenientes de meses pasados, solo descubiertos recientemente bajo este sofocante calor.
El año que recientemente despedimos fue el momento en que el label canadiense IO SOUND publica “Phototrash”, momento en que además de Richard se podía escuchar la voz de Kid Congo Powers, toda una sorpresa que al parecer no lo es tanto. Ese pequeño trabajo fue al poco tiempo extendido a un álbum que sumaba colaboraciones, no desde el origen, sino desde la corteza. “Please Pick Up” reúne aquel EP junto a piezas derivadas de los dos primeros discos extensos de Pinkcourtesyphone, todas reconstruidas, vueltas a armar y deformadas por una asociación de artistas afines o relacionados de alguna manera tanto a Chartier como a LINE. “IO SOUND te transporta a un nuevo eco desde el espacio exterior: un retoque industrial de techno encantado, IDM industrialista, ambientes del espacio exterior y darkwave house”. Dividido en dos partes, esta nueva exploración dentro de una electrónica con formas extrañas y cambiantes muestra como se desfigura el sonido. Aunque siempre es necesario recurrir a los rastros originales, de todas formas es posible acercarse a estas grabaciones teniendo esas pistas solo como un recuerdo lejano, y dejarse envolver por la acústica intrincada. ‘Line 1: The Pink Hit Of Space’: unos cuantos retazos extraídos de sus dos álbumes hasta la fecha extendidos desde un punto apartado en el espacio. “Foley Folly Folio” (LINE [SEGMENTS], 2012) y “Elegant & Detached” (Room40, 2012) [217], ambos comentados en este sitio, recuperados por gente proveniente desde 12k, raster–noton, Dragon’s Eye y LINE, ampliando esos ecos telefónicos. “Sans Many Things” queda reucido a simplemente “Sans”, y la reducción no es solo en el título. EVELINA DOMNITCH + DMITRY GELFAND convierten la original en una pieza aún más profunda, tal y como es su trabajo visual, como contemplar “Camara Lucida” (LINE, 2007). FRANK BRETSCHNEIDER mueve los hilos hasta la electrónica económica y radical que caracteriza su obra. El ritmo oscuro y seductor se inmiscuye por un cuarto sin luz, cubierto de sombras. Lo que el alemán hace con “An Awaiting Room” es, de cierta manera, replicado por YVES DE MEY, solo que extrayendo cualquier ritmo que pudiera existir, quedándose con la atmósfera nebulosa. El noruego PJUSK se sale se sus propios márgenes para desviarse de las ambientaciones reflexivas e introducir una métrica asfixiante. En la vereda opuesta, SIMON SCOTT transforma “A Dark Room Full Of Plastic Plants” un bello paisaje de los pantanos, convirtiendo el plástico en flores vivas sobre un suelo húmedo, trayendo claridad sobre la decadencia urbana, a pesar de su decaimiento nocturno final. La luminosidad horizontal reaparece en “Here Is Something… That Is Nothing” y el magnífico rework de YANN NOVAK + ROBERT CROUCH, llevando el original a las vastas planicies que son su terreno. Al igual que en “Fata Morgana” (Murmur, 2012), una fibra fina de ruido eléctrico se extiende por encima de una delgada estructura transparente. El minimalismo reduccionista cierra la primera fase. ‘Line 2: Phototrash’, junto a Kid Congo Powers (The Cramps, The Gun Club, Nick Cave And The Bad Seeds), “una increíblemente desatada reinterpretación oscura de ‘I Am A Photograph’”, clásico oculto de Amanda Lear, el verdadero rostro de Pinkcourtesyphone. Desde las cavernas se escucha una voz que recita palabras sobre imágenes estancadas en cirugías de plasticidad moldeable. “I am a photograph… I am in colour and softly lit, overexposed and well blown–up”. Esquemas industrializados, abreviados a su expresión más elemental, ritmo de acero oxidado por la suntuosidad. “Iamaphotograph” sufre una manipulación similar por CREEPY AUTOGRAPH. Por su parte, CoH (Ivan Pavlov) traslada esa rítmica elemental todavía más hacia una pureza electrónica, plagada de quiebres en las palabras, las que quedan encerradas en una cámara aislada del exterior, glamorosamente deteriorado. S* + Ghost of TOMAS PHILLIPS se enredan en el misterio y sus cadencias inherentes, antes de “Move To Trash”, raíces sintéticas que incorporan todos los restos desperdigados. Cohesionadamente disperso “Please Pick Up” indaga en los inextricables ángulos del sonido enigmático de Pinkcourtesyphone, revelando matices que subyacen bajo su estructura antes inaccesible.
“Pinkcourtesyphone is amorphous, changing, and slipping in and out of consciousness”. Parte, como antes señalé, de la reactivación de Dragon’s Eye, Yann Novak ha escogido a Richard Chartier para ser el encargado de la segunda referencia dentro de esta nueva etapa del sello norteamericano –ambos residen ahora en Los Ángeles y ambos compartieron, el pasado año, un estupendo trabajo, “Undefined” (Farmacia901, 2013) [256],–. Una nueva recopilación de poemas en el distinguido declive de las formas ásperas de este artista sonoro, “formed from places, plastics, and particulars during 2012-2013”. Lo que en las obras de Richard Chartier es silencio en su otro rostro es ruido cubierto con capas rugosas de notas que se rehúsan a desaparecer. El tercer trabajo de Pinkcourtesyphone continúa su trayecto en los rincones desconocidos del sueño, un sueño filmado en colores que se desgastan cada vez que una mirada intenta traspasar la pantalla. “A Ravishment Of Mirror” no son más que cuatro piezas, pero cada una de ellas a su vez contiene movimientos que van desplazándose lentamente hasta un abismo que atrapa el audio orgánico hacia si mismo. Las diferencias con los otros planos dibujados por Chartier son evidentes, sin embargo, los puntos que unen una vía de enfrentar una composición y otra también. El deslizamiento pausado y el exponer las células audibles más elementales esta presente en ambas entidades, pero en estos registros resultan levemente amplificados. En estas composiciones a una superficie de sonido ligero se suma otra que se adhiere a su cuerpo extendido y, sobre ella, varias más, generando una masa que se traslada a lo largo de los segundos desde un punto hacia otro, un avance lento que deja huellas de hierro líquido, y que además produce una fricción entre esas diversas superficies adosadas. Las melodías que interrumpen el ruido de fondo parecen animar una celebración de estrellas cuya piel se desliga del cuerpo inyectado de sustancias artificiales. El sample de una voz femenina invita a entrar en el sueño, lo mismo que una hipnótica melodía. Dos notas son las únicas guías que determinan el paso lento de los minutos que parecen horas perdidas. Ese es el tono que marca la primera parte de “Why Pretend / The Desire Of Absence / Faulty Connections”, una suite espectral de casi media hora, con sus variaciones al interior de las cintas desgastadas. La orquesta de acordes muertos paulatinamente va perdiendo su figura, para decantar en algo que no es música, sino más bien una sensación indescriptible, un estado narcótico de la mente, finalizando con haces de luz de neón enredándose con la luz de la ciudad. “Pixels… Sometimes… Broke Your Heart (For A.)” posee una estructura aún más extraña, solo ritmos intercalados en medio de una atmósfera borrosa e indescifrable. De nuevo, dentro de esta pieza se van generando movimientos unidos entre sí. El ritmo se quiebra y emerge un delicado, perturbadoramente frágil. “Sometimes… Sometimes… Sometimes…” se oye mientras la armonía que yace tras ella se destempla. “Falling Star (For P. Entwistle)” parece recoger la vida dentro de la ciudad, desde la intimidad de una habitación de hotel hasta las vastas carreteras de asfalto derretido, adornado con pianos oxidados y mujeres anónimas. Las melodías estáticas terminan por absorber el espacio circundante. “62,000 Valentines (For T. Hunter)”, luz y calor, oscuridad y resplandor velado en retroceso, superficies pétreas flexibles. “When I fall in love. When I fall in love…”, así hasta la eternidad.
“Los Ángeles, una ciudad de espejos, luces parpadeantes, historia obscura y profundos secretos es el nuevo hogar de Pinkcourtesyphone. Este tercer álbum explora los sueños y decepciones de Hollywood, para ser bebido a sorbos lentamente… Todos pretendemos, pero en Hollywood pretender es una substancia obscura, una unidad orgánica y plástica lista para ser desplegada y empacarte”. Las capas de sonidos orgánicos conforman una nueva entidad de música e imágenes que se desvelan dentro de sueños y melodías desvanecidas. Notas que se niegan a evaporar, notas transmutadas en resonancias distantes inmersas en el ruido agónico de fragmentos de luminosidad opaca.
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Hawái. 